El astro puertorriqueño Ricky Martin rechazó el domingo las acusaciones que llevaron a emitir una orden restrictiva en su contra, y la policía hizo notar que no se le ha acusado de ningún delito.
La policía dio a conocer el sábado que un juez había emitido una orden en contra de Martin, pero las autoridades que intentaban entregar el documento no pudieron localizar al cantante en la localidad puertorriqueña de Dorado, donde reside. La orden se emitió en virtud de la ley de violencia doméstica de Puerto Rico, y el portavoz policial Axel Valencia declaró que no podía dar más detalles, incluyendo quién la había solicitado.
Martin dijo en Twitter que la orden “se basa en alegaciones totalmente falsas” y que enfrentará el proceso “con la responsabilidad que me caracteriza”.
“Agradezco las innumerables muestras de solidaridad y las recibo con todo mi corazón”, añadió.
Señaló que no haría más comentarios al tratarse de un asunto jurídico en curso.
Previamente, los representantes de Martin emitieron un comunicado en el que dijeron que las acusaciones eran «completamente falsas y fabricadas». El documento no hizo mención de los representantes.
“Estamos seguros de que cuando los verdaderos hechos salgan a la luz en este asunto, nuestro cliente Ricky Martin será plenamente reivindicado”, señalaron en un comunicado compartido con The Associated Press.
El Vocero, un periódico puertorriqueño, informó que la orden señala que Martin y la otra parte “se relacionaron por siete meses». El reporte señala que la orden dice que se separaron hace dos meses, pero que el solicitante afirma que Martin no aceptó la separación y se le ha visto rondando la casa del solicitante en al menos tres ocasiones.
“El peticionario teme por su seguridad”, señala la orden, de acuerdo con El Vocero.
La AP no ha conseguido una copia de la orden.