Una casa de subastas de Estados Unidos se atrevió a vender lo invendible, y un comprador, a comprar lo incomprable:
Un reloj que, supuestamente, perteneció al dictador Alemán Adolf Hitler.
La pieza se vendió por un millón de dólares.
Sobre las iniciales A.H, hay litografiada una esvástica, junto a varias fechas importantes para el régimen nazi: el cumpleaños de Hitler, el día en que asumió el cargo de canciller, y cuando el partido ganó las elecciones.
Su comprador no quiso revelar su identidad, e hizo la gestión de forma anónima, por miedo a la polémica que no tardó en surgir.
34 líderes de organizaciones de judíos globales firmaron una carta conjunta en la que condenaban la venta como «aborrecible».
Además, pedían que se retire el reloj y varias piezas más, de la subasta de inmediato.
Rabbi Menachem Margolin, presidente de la Asociación Judía Europea, denunció que la transacción «apoyaba a aquellos que aún idealizan la plataforma del partido nazi.
Pero la casa de subastas en cuestión, Alexander Historical Auctions, defendió la venta, con el argumento de que su objetivo era preservar la historia.
«Buena o mala, debe ser preservada», afirmó Mindy Greenstein, vicepresidenta de la firma, al periódico alemán Deutsche Welle.
Otro de los problemas es que no se han confirmado los orígenes del reloj.
Según la casa de subastas, el artefacto fue tomado como souvenir cuando 30 soldados franceses irrumpieron en la residencial vacacional de Hitler, en Berhof, en mayo de 1945. Desde entonces, el reloj pasó de generación en generación, y se fue vendiendo hasta caer en las manos del personal de Alexander Historical Auctions.
La subasta también incluyó un vestido que perteneció a Eva Braun, mujer de Hitler, fotografías firmadas de soldados nazis, y una estrella de David amarilla en la que está impresa la palabra ‘Jude’, ‘judío’ en idioma alemán.