Los casos nuevos de coronavirus en el mundo disminuyeron en 21% la semana pasada, siendo la tercera semana consecutiva en que la cifra desciende, reportó el martes la Organización Mundial de la Salud.
El oeste del Pacífico fue la única región donde aumentaron los casos de COVID-19, con un alza de 29%, mientras que el número de infecciones en otras regiones disminuyó marcadamente. La cantidad de decesos también aumentó en el oeste del Pacífico y en África, mientras que bajó en las demás regiones. Las cifras más altas de casos se vieron en Rusia, Alemania, Brasil, Estados Unidos y Corea del Sur.
La OMS señaló que ómicron sigue siendo por mucho la variante predominante en todo el mundo, al abarcar el 99% de la secuencias cotejadas con la principal base de datos. La única otra variante notable, añadió, es la delta, pero esa abarcaba menos del 1% de los casos.
La organización afirmó que las vacunas de refuerzo han demostrado ser sumamente eficaces contra la variante ómicron, aunque aclaró que falta por ver cuánto tiempo durará esa inmunidad.
La agencia en previas oportunidades había dicho que no existían evidencias de que las vacunas de refuerzo ayudaran a las personas sanas, y le había suplicado a los países ricos no ofrecer las terceras dosis a sus poblaciones, sino compartirlas con los países pobres.
Los expertos apuntan que ómicron causa síntomas más leves que variantes previas, y que en países con altas tasas de vacunación, los casos de ómicron han aumentado pero no así las tasas de hospitalización ni de muertes.
Sin embargo, los expertos advierten que todavía es posible que surjan nuevas variantes, más contagiosas y más mortíferas, si no se toman medidas para frenar la propagación del virus.
El director del departamento europeo de la OMS, el doctor Hans Kluge, dice que la región posiblemente está viendo la “etapa final” del virus, y que ahora existe “la oportunidad singular” de poner fin a la fase aguda de la pandemia.
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