Estados Unidos no es el único país con misiones activas en Marte. Si bien Ingenuity y Perseverance de la NASA se llevan gran parte de la atención y nos sorprenden con sus descubrimientos, China ha conseguido desplegar con éxito un rover y un orbitador en el planeta rojo. Por si eso fuera poco, el gigante asiático ha anunciado que la misión, llamada Tianwen-1, acaba de completar sus objetivos científicos, según Xinhua.
Tianwen-1 llegó a Marte en febrero de 2021. En mayo de ese mismo año, el módulo de aterrizaje y el rover atravesaron con éxito por la atmósfera marciana y aterrizaron en la Utopia Planitia, una vasta llanura del planeta rojo. El orbitador, por su parte, permaneció en órbita para apoyar la misión capturando imágenes y otros datos científicos, además de mantener en funcionamiento el enlace de comunicaciones con la Tierra.
Explorando Marte con una misión china
Durante su misión, el rover y el orbitador, que tienen un total de 13 instrumentos científicos, han obtenido 1.040 GB de datos, entre los que se encuentran imágenes de alta resolución de todo Marte. Se trata de una enorme cantidad de información que, según explica la Administración Espacial Nacional China (CNSA), todavía están procesando e irán publicando a lo largo de los meses.
Si bien tendremos que esperar para explorar en detalle algunas de las zonas más intrigantes de Marte, la CNSA ha compartido una serie de imágenes iniciales. Estas nos muestran el peculiar paisaje marciano, con sus características dunas de polvo naranja rojizo, sus volcanes y cráteres, incluso también nos muestran el polo sur y los acantilados y crestas del Valles Marineris. Veamos.
De acuerdo a la información compartida por la agencia, la imagen de portada de este artículo corresponde a una captura de un monte con un diámetro de 456 km y una altura de 18 km, donde destacan diferentes colapsos geológicos circulares.
El orbitador también capturó varias imágenes del polo sur, una de las zonas que mayor interés despierta a los científicos. Algunos estudios afirman que esconde depósitos subterráneos de hielo de agua y dióxido de carbono congelado, conocido como hielo seco. Otros, en cambio, descartan esa teoría y afirman que los hallazgos podrían corresponder a roca volcánica.