Generaciones y generaciones de niños y niñas se divirtieron durante sus infancias con las aventuras de esa vecindad tan especial, llena de humor, de relaciones muy particulares entre sus integrantes y con esos gags archiconocidos, pero efectivos. El Chavo del 8 se constituye en una leyenda, un verdadero caso de estudio, un éxito incomparable.
La mítica serie mexicana continúa latente en el inconsciente colectivo de millones de personas en todo Latinoamérica, porque desde su estreno en 1971 se sumergió en el living de casi todos los hogares de este continente y más allá también.
El ciclo se desarrolló durante casi treinta años, con la grabación de más de 1300 capítulos. Y decenas de miles de escenas permanecen vívidas, frescas, como un presente eterno. Todos esos personajes ingresaron en el corazón de los espectadores, con sus bemoles, sus rasgos distintivos, siempre con el Chavo como insignia.
La creación del actor, y director, Roberto Gómez Bolaños trascendió rotundamente, no se limitó a un programa de entretenimiento, sino que se erigió en clásico, en una familia más, en seres queridos para todos los que disfrutaron de sus aventuras.
Con el tiempo brotaron rumores, así como algunas confesiones de los protagonistas, con rencillas y peleas de egos. Lo cierto es que además del aspecto creativo, la serie generó una montaña de dólares para los actores y actrices.
En esa línea, en los últimos días se publicó un informe respecto a los montos que percibieron y que pudieron recopilar los protagonistas. Según el portal Celebrity Networth, Gómez Bolaños aprovechó todo lo que rodeó al show para construir un patrimonio que ascendió a 50 millones de dólares.
En tanto que la mujer que encarnó a la ácida Doña Florinda, que también fue la esposa en la vida real de Bolaños tras el casamiento en 2004, supo amasar una fortuna que rondó los 20 millones de dólares. Por su parte, Carlos Villagrán, que le puso la piel a Quico, y María Antonieta de las Nieves, la actriz que interpretó a la Chilindrina, confesaron que percibieron una cifra de diez millones.
En definitiva, las locuras de esa comunidad disruptiva, con características variadas y roles muy bien logrados de la cotidianidad, alegraron a cientos de millones de almas por el mundo, así como también le permitieron a sus creadores recibir cifras importantes por tantos años de trabajo y sonrisas construidas. MDZOL