El euro cayó este lunes por debajo de la paridad con el dólar, en su nivel más bajo desde 2002, el año de su entrada en circulación, hundido por una crisis energética que amenaza a Europa con una recesión.
El billete verde se veía a su vez beneficiado por las subidas de tasas de la Reserva Federal norteamericana, de manera que el euro perdía un 0,96% hacia las 15H30 GMT de este lunes y cotizaba en 0,9941 dólares.
La economía de Estados Unidos se está viendo menos afectada por la guerra de Ucrania que Europa, de manera que la Fed tiene mayor margen de maniobra para endurecer su política monetaria, lo que redunda en la revalorización del dólar.
Para Europa esto implica un encarecimiento de las importaciones, y en particular de las materias primas como el petróleo, que se negocian en dólares. Esto a su vez agrava la inflación que está castigando los bolsillos de consumidores y empresas del viejo continente.
«La espada de Damocles que se cierne sobre Europa va a seguir ahí», comentó Kit Juckes, analista del banco francés Société Générale.
Por su lado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dará nuevos indicios de su política económica el viernes, en el encuentro de banqueros centrales en el simposio de Jackson Hole, en Estados Unidos.
«El encuentro de Jackson Hole brindará una nueva ocasión a la Fed para convencer al mercado», según Ulrich Leuchtmann, analista de Commerzbank.
La contracción podría desembocar incluso en una recesión en el primer trimestre de 2023, según los expertos del Bundesbank en su informe mensual de agosto.