Jalifa bin Zayed Al Nahyan, a los 73 años por causas que de momento se desconocen.
Jalifa asumió la presidencia de Emiratos tras la muerte en 2004 de su padre, el jeque Zayed bin Sultán Al Nahyan, un hombre que unificó los siete emiratos que componen los EAU y logró coordinar su conversión de un desértico país a un rico Estado petrolero, estable y con la economía más dinámica de la zona.
El difunto mandatario siguió los pasos de su padre y lideró la puesta en práctica en el país de numerosos proyectos de modernización y desarrollo, además de inversiones de miles de millones de dólares hasta que en 2014 sufrió un derrame cerebral del que fue operado de forma urgente en un hospital de su país, que lo obligó a apartarse de la escena pública.