«Es clara la voluntad de los parlamentarios del Partido Consevador de que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro».
Con esta declaración, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció su dimisión este jueves, tras el último escándalo que sacudió su gobierno y provocó una cascada de renuncias en el ejecutivo.
«Quiero agradecerles a ustedes, el público británico, por el inmenso privilegio que me han dado», afirmó, antes de agregar que nadie es «remotamente indispensable» y expresar su tristeza por abandonar lo que calificó como «el mejor trabajo del mundo».
Johnson se retiró como líder de su formación pero dijo que continuará como primer ministro hasta que su partido elija un sucesor.
Señaló que ha acordado con el líder del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, que el proceso para reemplazarlo debe comenzar de inmediato, con un calendario que será anunciado la semana que viene.