El FC Barcelona está viviendo una de las peores temporadas de su historia, al colocarse en la quinta posición de La Liga, con tan sólo 35 unidades, 15 menos que el actual líder, el Real Madrid.

En el plano deportivo, el equipo encabezado por Xavi Hernández ha venido a menos, luego de que al inicio de la campaña se consumó la partida de Lionel Messi.

El cuadro blaugrana se las vio negras en los primeros juegos del año deportivo, al grado de que tuvieron que despedir al timonel holandés, Ronald Koeman.

Xavi volvió a la que fue su casa como futbolista, para intentar enderezar el barco, pero se encontró con una plantilla golpeada, que ha perdido mucho dinero en refuerzos que no han rendido como lo esperado.

La crisis de los catalanes se ha extendido a muchas áreas de la institución. Primero, en lo deportivo el panorama no pinta bien. De hecho, el Barça disputará la UEFA Europa League, luego de ser eliminados de la Champions.

Además, la economía esta en números rojos, por ello el conjunto blaugrana no ha podido comprar futbolistas de jerarquía.

El último elemento en arribar fue Ferrán Torres, elemento que costó poco más de 55 millones de dólares. Sin embargo, hasta ahora el rendimiento del mediocampista español ha sido pobre, pero el timonel catalán le tiene mucha fe, pues se trata de un futbolista joven, de 21 años.

Pero si de fraudes se habla en el Barcelona, en las últimas temporadas ha habido varios. El primero de ellos es Philippe Coutinho, quien arribó al equipo en 2018, tras abonar poco más de 140 millones de dólares.

El brasileño llegó con la etiqueta de crack, pero no rindió en lo absoluto con la casaca blaugrana, al grado de que se fue cedido hace unos días al Aston Villa de la Premier League.

Un año más tarde, la directiva culé apostó por el fichaje de Antoine Griezmann, abonando una cantidad aproximada de 125 mdd al Atlético de Madrid.

Pero el francés quedó a deber mucho, al grado de que, al inicio de la presente campaña, se tomó la decisión de regresarlo a Los Colchoneros.

Griezmann no se pudo adaptar al juego del Barça. Incluso, hubo rumores de que estaba peleado con Messi, lo que dificultó más su adaptación.

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